Elogio (pre)fúnebre del Design Thinking (1)
Algunas voces autorizadas llevan tiempo anunciando el final del Design Thinking (con mayúscula) como el gran movimiento que iba a institucionalizar la creatividad y la panacea para solucionar los problemas de innovación en las empresas. ¿Qué deberíamos salvar de un eventual naufragio de esta corriente?
Dejemos a un lado por un momento la obvia constatación de que muchas de las técnicas y herramientas del “pensamiento de diseño” (empatía, prototipado, multidisciplinariedad…) ya se aplicaban mucho antes de que naciera el término y forman parte del bagaje de la creatividad bien entendida. En los últimos meses son varios los expertos en diseño e innovación (algunos, apóstoles iniciales del Design Thinking) que están poniendo en duda la capacidad de esta corriente para impulsar la innovación en las organizaciones:
- Don Norman argumenta que si bien el diseño centrado en el usuario es valioso cuando se trata de mejorar categorías de productos existentes, es la tecnología la que genera innovaciones rompedoras (hablamos de ello aquí). Y mantiene que la especial creatividad de los diseñadores es poco más que un mito por demostrar pero del que se han beneficiado generosamente las empresas de diseño (lo comentamos aquí).
- En “Design Driven Innovation” Roberto Verganti abunda en las carencias del diseño centrado en el usuario y en la importancia del cambio tecnológico para producir innovaciones radicales pero va más allá al proponer que las innovaciones rompedoras pueden provenir también de un cambio en el significado de las cosas/experiencias.
- Bruce Nussbaum explica que el Design Thinking inicialmente se ofreció al mundo de los negocios como un nuevo proceso que prometía multiplicar la creatividad pero -tal como ha sido implantado en las corporaciones- no ha proporcionado más que una innovación incremental y su porcentaje de éxito ha sido muy bajo (hablamos de ello aquí).
Fuente: Stanford School of Business Design Thinking Boot Camp
Yo prefiero ver el vaso medio lleno y pensar en cómo el design thinking (¿con minúsculas?) aporta un nuevo estilo a la gestión y al pensamiento estratégico y nos puede ayudar a resolver nuestros problemas en innovación y otros campos. En este y el siguiente post os presento algunas ideas, muy influidas por los trabajos de Idris Mootee, CEO de Idea Couture (una de mis referencias en este tema y profesor en el curso sobre design thinking en la Harvard School of Design):
- El design thinking se centra en las personas. Siempre se enfoca en entender las necesidades de los usuarios (o de los afectados por un problema en general), incluyendo sus motivaciones latentes y no articuladas. Pero no solo busca crear productos y servicios centrados en las personas sino que el propio proceso es profundamente humano. Promueve la empatía, utiliza técnicas de investigación basadas en la observación y la inmersión en el contexto del usuario y aplica herramientas de comunicación que van más allá de las palabras y los símbolos para entender mejor los comportamientos, expectativas y opiniones.
- El design thinking cultiva una obsesión por lo “deseable”. Interpreta las evidencias sobre necesidades y comportamientos de la gente mediante su obsesión por todo aquello que resulta deseable. El design thinking busca la conjunción entre lo que es factible (funcionalmente posible en el futuro previsible), viable (puede ser parte de un modelo de negocio sostenible) y deseable (lo que resulta significativo y atractivo desde una perspectiva humana), con un énfasis en las personas para las cuales el producto o servicio se está diseñando. Su vocación es crear nuevos productos, experiencias, procesos y modelos de negocio que van más allá de lo que simplemente “funciona” y convertirlos en algo que la gente desea.
En la segunda parte del post seguiremos con este análisis, haciendo énfasis en un par de áreas que habían aparecido menos en el blog pero que son dos favoritas personales: la orientación a la acción y la gestión de riesgos.
Este post en “Marketing & Innovación”.
[Desarrollar nuevas ofertas y modelos de negocio en mercados tecnológicos plantea retos muy particulares. Descubre en este documento cómo desarrollar productos que los clientes necesitan.]
6 Respuestas a “Elogio (pre)fúnebre del Design Thinking (1)”
[…] qué sirve Agile? (Parte 1, Parte 2, Parte 3). Elogio (pre)fúnebre del Design Thinking (Parte 1, Parte […]
Estoy de acuerdo en que la tecnología puede avanzarse a las necesidades de las personas. Muchas de las innovaciones introducidas por Apple, por ejemplo, no respondían a nada que existiese previamente. No obstante, estas innovaciones no habrían triunfado como lo han hecho si su diseño no hubiese tenido un «human-centered, design-based approach» (como dirían en IDEO).
[…] y ambiguos en circunstancias de incertidumbre y volatilidad. En este post seguimos hablando (ver primera parte) de cómo los procesos y las técnicas del “pensamiento de diseño” nos ayudan a afrontar los […]
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